viernes, 21 de octubre de 2016

Seguridad en Chigorodó

Estamos viviendo un tiempo difícil en cuanto a  seguridad, contando que de muchas maneras se puede ver afectada. No se puede desconocer que el país como tal tiene grandes dificultades en ese tema, son diversos los grupos y las disidencias o fracciones de esos grupos que en una u otra forma alteran la tranquilidad y son un permanente factor de riesgo. A eso hay que sumarle la delincuencia común y los “combos, parches, pandillas o galladas” que poco a poco se han ido adueñando de sectores o barrios. En Chigorodó en alguna manera contamos con esos mismos “fenómenosque alteran el orden, la seguridad y la calma, Pero para acabar de agravar la situación puntual de Chigorodó, tenemos una disminución notoria del pie de fuerza de la policía adscrita a la estación local en el último año, que supera el 30%.
Cuando se tienen dificultades de seguridad, es muy difícil poder contar con el apoyo o acompañamiento frecuente de la fuerza pública por su insuficiencia en personal y logística, sin embargo en el último mes, todos hemos podido observar como de manera permanente la policía nacional escolta a los camiones de gaseosa y cerveza durante todo el día en Chigorodó y demás municipios de Urabá. Seguramente eso obedece a una orden superior, pero que nos deja una serie de interrogantes:
Si hay insuficiencia de personal y logística, por qué si hay la disponibilidad para estos casos puntuales?
Si son empresas privadas y con ánimo de lucro, por qué no asumen ellas el costo de su seguridad?
Por qué encontramos hasta seis policías en una misma zona detrás de estos carros, mientras los barrios y en ellos sus comunidades están totalmente desprotegidas?

El mandato constitucional y la misión de la policía como tal, se están vulnerando y con ellos, los derechos de los ciudadanos por el favorecimiento de unos intereses privados.